viernes, 14 de octubre de 2016

UN NUEVO INVENTO. .. EL SAP

Después del caso de Susana Guerrero, mujer afectada por un dictamen de sentencia en base al Síndrome de Alienación Parental, que vergüenza defender la aplicación de este falso síndrome, dándole una validez que no tiene, otorgando custodias a padres pedófilos, padres violentos o ambas cosas a la vez, es machista y anula la correcta investigación de los casos.Para quien no haya escuchado hablar de Síndrome de Alienación Parental, decirles que este falso síndrome afirma que los hijos han sufrido un lavado de cerebro por parte de uno de los cónyuges tras la separación o el divorcio, y que es por eso por lo que odian al otro cónyuge y no quieren ir con él. Generalmente es la madre la que “lava el cerebro”, y es el padre el odiado. De hecho antes se llamaba “Síndrome de la Madre Maliciosa”.Los abogados, psicólogos, jueces y juezas que entienden que este síndrome es real y le avalan, entienden de una forma perversa que un niño o niña puede verse afectada por él, y en base a ello consideran falso su testimonio, pues consideran que estos están enajenados de la realidad, no dando lugar siquiera a que puedan existir causas válidas que justifiquen este rechazo.Las custodias que se quitan por este motivo, sin haber una investigación que compruebe cuáles son las causas reales que han provocado el rechazo del hijo o hija hacia su padre, solo beneficia a los padre pedófilos que han encontrado la puerta por donde burlar la justicia, desde luego, la jugada de Richard Gardner, el inventor del SAP, era una jugada maestra. Si investigamos un poco sobre este señor, descubriremos su pasado pedófilo y su sospechosa historia, no solo logró convencer con su teoría a jueces y abogados, sino que se lucró de ello durante más de 30 años y dejó un legado editorial sobre su teoría. Ejerció como perito en cientos de litigios de custodias basándose en su invento, poniendo al servicio de hombres maltratadores y abusadores sexuales de niños y niñas el diagnóstico que había inventado.El SAP no existe, la comunidad científica lo ha rechazado sistemáticamente por no cumplir los mínimos para considerar que sea un síndrome y menos aún un trastorno o enfermedad mental catalogado de forma diagnóstica.Pero no hay nada mejor para defender lo indefendible que inventarse un síndrome, curiosamente contra la mujer, y lo que es peor, contra los niños o niñas.Son numerosas asociaciones de hombres que son férreos defensores del mismo, porque es un invento que les beneficia; estos señores no tienen en cuenta a la Organización Mundial de la Salud, que dice que tal síndrome no existe, al Consejo General del Poder Judicial, que recomiendan que no se use, a la Asociación “Save the Children”, que califica de preocupante su uso por conllevar desprotección a los menores, o a la Asociación Española de Neuropsiquiatría, que califica al SAP como un “grave intento de medicalizar lo que es una lucha de poder por la custodia de un hijo” . De hecho esta última dice también que tiene un claro sesgo de género, pues la mayoría de los cónyuges “alienadores” son mujeres, si esto no es machismo, díganme qué es.Es hora de hablar clarito, aquí lo que hay por debajo es un problema de patriarcado, de desigualdad, de querer saltarse los avances de los derechos que las mujeres han ido adquiriendo, de un sistema profundamente machista que se siente amenazado, que siente miedo ante la posible pérdida de poder.

  Jessica Castaño

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