martes, 18 de octubre de 2016

UN MUNDO SIN MOSTRUOS


Un mundo sin monstruos. Para eso estamos aquí hoy. Para hacer lo posible porque muchos niños puedan vivir lejos de esos monstruos que les dan miedo. Monstruos que en la mayor parte de los casos a pesar de maltratar, ultrajar y despojar a las mujeres de su felicidad, son ellos los que con su abuso de poder, fuerza y agresividad lo pierden todo. Son monstruos que a pesar de someter, doblegar, golpear o asustar son ellos los que hacen añicos su dignidad, no las de sus víctimas. Monstruos que con sus prohibiciones, sus imposiciones, sus celos, su tiranía, dominan, enclaustran, aislan pero que pierden la capacidad de dar, de confiar y de compartir en igualdad.

 

Solo los cobardes insultan y tratan de minar a una persona por el hecho de ser mujer. Solo quien es tan básico y con tal complejo de inferioridad es capaz de tratar de creer que puede manejar o cohibir a una mujer para dominarla a su antojo. El machismo que desprenden por los poros es proporcional a su incapacidad de ser persona, de tener algo de humanidad. Solo un cobarde es capaz de tener ese tipo de actitudes porque solo así enmascara su incapacidad de ver de igual a igual a una mujer.

 

Nuestra misión es tratar de ayudar y apoyar a las víctimas que en la mayoría de los casos no siguen con el maltratador porque sean masoquistas o disfruten con su dominio, sino porque se sienten indefensas y se ven incapaces de romper con la relación, porque se sienten destruidas, sin ganas de vivir porque se las ha quitado el maltrato. Tenemos que hacerles ver que no están solas, concienciar a nuestro alrededor que esto es una lacra a erradicar y que solo juntos y demostrando no tener miedo a esos monstruos podremos ayudar a mamás como las del video a salir adelante y a sus hijos darles su derecho de ser felices y vivir sin miedo. Una sociedad contra la violencia de género, lo vemos en muchos carteles y slogan. Pero debemos hacer lo posible porque sea una realidad
                                                                     
                                                                                             Marta María Alonso Guijarro
 
 

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